lunes, 7 de noviembre de 2011

martes, 1 de noviembre de 2011

De "Referéndum", o del miedo a la democracia...

Hoy ha salido en prensa que, por fin, Mr. Papandreu va a preguntar a sus conciudadanos qué opinan de las reformas llevadas a cabo estos dos últimos años.

http://www.20minutos.es/noticia/1205967/0/grecia/recortes/referendum/

Y es que ya debía de sentirse culpable, teniendo en cuenta que ha seguido los consejos de Europa desde hace un par de años, y las cosas no sólo no mejoran, sino que cada vez tienen peor color. Debe ser eso, o bien el saber que su final está cerca y que ya tiene demasiados frentes abiertos, lo que le inspira a preguntar a su pueblo si cree que está dando palos de ciego o bien va por el buen camino. No deja de ser curioso cómo han reaccionado los mercados, las bolsas, los gobiernos vecinos...

http://www.20minutos.es/noticia/1206071/0/prima/riesgo/espana/ Parece que todo el mundo, en general, está muy preocupado por lo que puedan pensar los ciudadanos griegos y la forma de proceder en el futuro. ¿Es miedo a la democracia o miedo a que digan de forma clara y directa que la política de recortes no funciona? ¿Evidenciará la respuesta de los griegos que la crisis no se ha abordado con los medios necesarios y que las medidas llevadas a cabo no han sido más que "cavar el hoyo un poco más profundo"? A mí, con todo esto, me surge una reflexión: si el estado es soberano, la soberanía emana del pueblo, ¿cómo se han tomado todas esas decisiones sin preguntar al principal protagonista? Otra cosa será empezar a pensar que los estados no son soberanos y que ya no toman decisiones sobre cuestiones estratégicas; que ya no controlan el movimiento de recursos y que en su lugar lo hacen organizaciones supranacionales cuyos miembros no han sido democráticamente elegidos. ¿Es entonces lógico seguir hablando de soberanía, de estado, de democracia? A la espera de lo que decida el pueblo griego, con legitimidad y soberanía para elegir la mejor forma de abordar la situación, personalmente me quedo con una frase de Churchill: "La democracia es el peor de los regímenes, a excepción de todos los demás".

martes, 11 de octubre de 2011

lunes, 3 de octubre de 2011

sábado, 30 de julio de 2011

viernes, 29 de julio de 2011

viernes, 8 de julio de 2011

De los tesoros robados, o de algo inquietante, por fin...

Eulalia irrumpió en la sala con los ojos desencajados. Con su pañuelo en la mano, y agitando los brazos como psicótica, se dirigió a Don Eusebio, que conversaba con otras feligresas un viernes por la tarde. Enseguida, todos hicieron un corro en torno a ella. Doña Brígida, cuyo cuello estaba rodeado de perlas en varias capas, se acercó con un vaso de agua y le preguntó: "Querida, ¿que ocurre? Parece que hubieras visto un fantasma". Eulalia, cuyo corazón se encontraba delicado después de varias operaciones, solo acertó a decir "Se lo han llevado", antes de desmayarse.
Atónita la audiencia, los cuchicheos, dimes y diretes aún continuaban cuando ella volvió en sí. Don Manuel, el médico, un hombre muy respetado estuvo presente e indicó: "Le tengo dicho, Eulalia, que no debe sofocarse ya que estos sustos no le van nada bien a su pertrechado corazón". Ella, con una mirada directa y un tono algo elevado para su habitual tono de voz, pero con la dureza típica de la gente del norte, afirmó: "Si usted hubiera visto lo que yo, no me hablaría de esa manera". Ella entonces comenzó a explicar que había acudido a la ermita, como cada jueves, a recoger la colecta y que, al abrir la reja, había descubierto que el santo no estaba. La ermita de San Roque, se encontraba en el monte abierto. Para acceder había que tomar un pequeño camino que salía desde el cementerio de la aldea. El camino, flanqueado por nogales centenarios en ambos lados era lugar frecuente de paseos y chismes de las mujeres que, ociosas, no encontraban mejor diversión. Al final, cerca del río, se ubicaba una pequeña laguna con nenúfares de color naranja, la cual era tan atractiva para los veraneantes para disfrutar de sus meriendas, como para los mosquitos en cuanto bajaba el sol. Todos ellos, siguiendo a Eulalia, se dirigieron a la ermita, para comprobar su razón. Y era cierto. La talla del siglo XI de San Roque con niño en brazos y perro expectante, había sido robada. Años más tarde se supo que el obispado había encargado una copia de la talla, que nunca sustituyó por la original para poner ésta a buen recaudo, no sé sabe muy bien por qué. Pero la historia aún perdura, pues nunca se supo quien fue ni que hizo con ella, y los niños aún juegan a detectives, tratando de averiguar qué ocurrió con San Roque.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/consejoeditorial/2011/07/08/moodys-no-ha-robado-el-codice-calixtino.html

miércoles, 6 de julio de 2011

Todos somos Miguel Angel...

Hace catorce años, ese mismo día era sábado. Tras acabar el instituto con unas notas no demasiado brillantes, y con las mates como compañía eterna durante casi todos los veranos, realizó un viaje con su familia a la playa. Su carácter, difícil por naturaleza, y acentuado por lo que llaman "edad del pavo" se hacía insufrible (eso decía su madre, aunque a él le parecía que no era para tanto), junto con un calor particularmente acusado en la costa blanca.
Solía ir solo, con la única compañía de un discman, a pasear por la playa. Y hacerse preguntas sobre temas sin importancia: ¿cuando saldrá el próximo Warcraft? ¿qué harán hoy las chicos? ¿estará Alba en la piscina con su bikini azul cielo? ¿Cómo demonios funcionan los neumáticos de lluvia? Cosas de los 16, o eso dicen.
Después de comer, acudieron como siempre a la playa para tomar un baño. Dicen que es la peor hora por los rayos UV y los posibles cortes de digestión, esos de los que se advierte en todos los telediarios desde el mes de junio hasta casi octubre. Pero era una hora como otra cualquiera. Él, distraido, fue a darse un baño, tras una buena ración de filetes rusos y un generoso vaso de salmorejo (receta especial de su madre). El agua estaba buenísima. Limpia y fresca. Sin espumas ni algas, ni restos humanos, aparentemente, de ningún tipo. Incluso cerca de las rocas, el agua rompía con fuerza y podían verse pequeños bancos de peces, tratando de alimentarse. Cuando salió del agua, se dirigió a la sombrilla "arco iris" y se tumbó al sol. Tiritaba. El agua estaba fría y se agolpaba en pequeñas gotitas empapando el bañador vaquero comprado en las rebajas, y que tardaba una eternidad en secar.
Su padre, con el transistor en la mano, parecía tranquilo. Incluso a punto de iniciar una de sus siestas. Pero de repente se levantó, se cubrió la cara con las manos y sólo pudo decir: "Lo han hecho, es increible". Eran cerca de las cinco de la tarde.
El chico se acercó y sorprendido preguntó: "¿Qué te pasa? ¿Qué han hecho? ¿A quienes te refieres?". Sin mediar palabra, el padre comenzó a recoger todo el campamento. Cuando casi había terminado, llegó la madre con la pequeña, se miraron y decidieron que era el momento de irse.
El joven adolescente no entendía nada, pero no dejó de preguntar durante el tiempo que pasó hasta que llegaron a casa. Una vez allí, siguió preguntado y se dió cuenta de que no estaba en el mundo. Estaba sí, pero no "del todo". Recogieron todas las cosas porque el fin de semana había terminado para todos ellos. De camino en el coche, el chico seguía preguntando, ávido de una información que estuvo largo tiempo a su alcance, pero que nunca se había interesado en asimilar. Entrando en Sevilla podía hacerse ya una pequeña idea de lo que ocurría, aunque entendió que era un comienzo. Su comienzo.

miércoles, 22 de junio de 2011

Enseñar...

Érase una vez un panadero. No cesaba de ensayar harinas para hacer panes cada vez mejores. Diariamente, horneaba miles de hogazas. Entre tanto, estudiosos varios que jamás habían hecho un triste panecillo, escribían sobre el tema. Un día le pidieron que diera la ponencia inaugural en un congreso sobre panificación. "No puedo", les dijo, "ando ocupado haciendo el pan que os comeréis los congresistas". Quien sabe hacer las cosas, las hace; quien no sabe hacerlas, las explica; y quien no sabe ni explicarlas, las enseña. Es un chiste malicioso que cuentan los estudiantes, injusto con tanto profesor competente como hay. Pero descriptivo de la mediocridad real que, a lo largo de la historia, se adueñó de cátedras, tribunales y academias. ¿Quién enseña qué, hoy en día? ¿Qué sabrían de astronomía los oscuros inquisidores que condenaron a Galileo? En la Barcelona de hace un siglo, el cardenal Casañas, poseedor de sólidos desconocimientos en biología, hizo apartar de la universidad al catedrático evolucionista Odón de Buen a fin de preservar su propia ignorancia. ¿Cómo puede ejercerse el magisterio desde la ignorancia? Fácil: con aplomo. El aplomo con que los analistas financieros comentaban un mundo que no entendían antes de que se hundiera en sus narices. ¿Por qué deberíamos confiar en gente que se equivoca tanto, sean obispos, banqueros o catedráticos? Los panaderos de a pie empezamos a cansarnos de tanto yerro exegético de salón. Los postulados sostenibilistas vienen dando en el clavo; los desarrollistas, no. APRENDER. Quien siempre enseña nunca aprende. Aprender es una actitud. Una actitud ligada a la experimentación, además. Esa es la grandeza del método científico. Todo es revisable, cualquier certidumbre provisional debe ser recomprobada. Aprende el buen panadero que mejora la mezcla ya excelente que ensayó el dia anterior. No aprende el académico que refríe especulaciones. Y si paras de aprender, comienzas a ignorar. Aprender cuesta. Para empezar, es un acto de humildad. En segundo lugar, requiere esfuerzo. Esfuerzo, sobre todo, para subvertir los propios convencimientos. Por internet circula un video muy divertido en el que un monje medieval, experto en copiar rollos de pergamino, se enfrenta con un libro encuadernado. Se comporta como un aprendiz de informática ante un nuevo programa que desconoce. Esa es la gracia del gag: el monje no sabe abrir el libro, no sabe cerrarlo, no sabe pasar página... Aprender conlleva desaprender tics y malos hábitos, o buenos hábitos obsoletos. Recibo un e-mail con publicidad anglosajona pasada por un traductor automático: "Ahora usted no tiene la posibilidad de elegir entre su esposa y su satisfaccion bolsillo! Usted puede hacer cualquier reloj para ella, con su gusto y su presupuesto. Es sin duda gracias por su eleccion. Siempre estan listos para un muy importante". Aprender una lengua no es confiarse a un deficiente programa informático. El aprendizaje de las lenguas y de la panificación son "una larga experimentación", que decía Goethe. Una larga, laboriosa y humilde experimentación. El de la sostenibilidad, también. Lo digo porque es una de las cosas más importantes que ahora debemos hacer, en especial quienes ya lo saben todo sobre cuanto no hay que seguir haciendo. Si queremos salir adelante, claro.

viernes, 10 de junio de 2011

De las encuestas en épocas sombrías, o de la pérdida de confianza...

Ayer se publicó la encuesta del CIS, donde se constata algo de lo que ya he hablado aquí con anterioridad: los ciudadanos y los sistemas de administración de justicia.
Aparte de opiniones generalizadas sobre la problemática del desempleo, el drama de la pérdida de subsidios, la percepción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, la seguridad ciudadana, y demás asuntos, sin duda lo más llamativo es la valoración de las instituciones judiciales, según mi punto de vista. A este respecto, la encuesta señala que el 61,9% (nada más y nada menos) de los españoles tiene "poca o ninguna confianza" en los tribunales de justicia. Insisto en que los factores económicos son muy importantes, pero no lo son menos los sociales, y esta opinión refleja una crisis social muy relevante. Cuando flaquea un pilar tan importante para la sociedad como la administración de justicia, se tambalea todo el entramado en el que hemos construido nuestro sistema de convivencia. Es para reflexionar, sin duda...
http://cabofarvel.blogspot.com/2010/08/de-la-justicia-o-del-resarcimiento-de.html

jueves, 9 de junio de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

YES, WE CAN (Sexta parte)

YES, WE CAN (Quinta parte)

Pequeña muestra del civismo que dicen algunos que no tenemos...

YES, WE CAN. (Cuarta parte)

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!... Rubén Darío

viernes, 20 de mayo de 2011

YES, WE CAN (Tercera Parte)

Artículo 21. 1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa. 2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

viernes, 6 de mayo de 2011

Los objetivos del milenio, o la casa por barrer...

Leo y vuelvo a leer los objetivos del milenio y creo que algo falla. Sí, son esos que se redactaron en el año 2000 y que debían cumplirse en el año 2015. Atañen a la erradicación de la pobreza extrema y del hambre, la enseñanza primaria universal, la igualdad de género y la autonomía de las mujeres, la reducción de la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH, paludismo y otras enfermedades, garantizar el sustento del medio ambiente y el fomento de una asociación mundial para el desarrollo. Y algo pasa. O abarcamos mucho, o hemos hecho muy muy poco. Los que hacemos proyectos sabemos de sobra que los objetivos han de ser realistas, coherentes y concretables en acciones. Sorprende ver cómo en la ONU, no han tenido en cuenta estas premisas.
Y es que pasa una cosa: o bien nos hemos pasado buscando objetivos (que por otra parte, creo que es lo mínimo a lo que debe aspirarse) o a estas alturas tendremos que reconocer que poco o nada se ha hecho, que son escasas las contribuciones de los países, mermada la conciencia de los que miran para otro lado, volátil el compromiso de aquellos que dijeron WE CAN y rápido el olvido de todo lo que queda por hacer.

martes, 3 de mayo de 2011

De los movimientos sociales, o las revoluciones pacíficas...

Otra oportunidad para inconformistas, indignados, descontentos y demás para expresarse y demostrar que no se dejan llevar por la inercia. Allí estaremos!

viernes, 8 de abril de 2011

POR FIN...

Después de que nuestros mayores volvieran a darnos una lección, parece que POR FIN reaccionamos...
http://www.20minutos.es/noticia/1014463/0/jovenes/manifestacion/futuro/
Mi enhorabuena a tod@s l@s que estuvieron, con presencia física o mental. Yo también estuve allí. Y se lo contaré a mis nietos.

Si quieres saber más, sólo abre los ojos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

La conciencia ciudadana, o la falta de participación de los protagonistas...

De un tiempo a esta parte, se oye mucho la siguiente frase: "Esto es una vergüenza, pero ¿qué podemos hacer nosotros?". Siempre he pensado que lo que hace fuerte a una sociedad son las voces de sus integrantes, los acuerdos o las protestas siempre han conllevado DIÁLOGO. Éste se estimula con la propia política, que a su vez se alimenta de esas nuevas ideas, formando estructuras nuevas. Los Estados tienen una estructura que, por innamovible que parezca, se va transformando y adaptándose a esos requerimientos. Porque no le queda otro remedio.
Había un señor muy famoso, será por eso por lo que no recuerdo su nombre, que decía "la burocracia se expande para satisfacer las necesidades de una burocracia en expansión". Y se quedó tan agusto. Y es que partiendo de la idea de CONTRATO SOCIAL, que obliga al individuo a delegar determinadas materias en el Estado, nunca debe olvidarse que éste último existe gracias al primero y a la legitimidad que otorga el ciudadano a esa delegación de funciones: es por esto que, por ejemplo, no podemos matar a quien nos roba, sino que facultamos al sistema de justicia para que ejerza el monopolio de control sobre la violencia y nos subordinamos a las leyes.
Pues bien, parece que el desequilibrio avanza entre las capacidades del Estado y del sistema, y la opinión de sus ciudadanos sobre estas actuaciones. Y aquí caben dos posibilidades: la resignación o el despertar de las conciencias.
La instrumentalización de los mecanismos del Estado se realiza a través de la política y la legitimación de la idea de que "el poder emana del pueblo" aunque tenga representantes. Pues bien, olvidar esta cuestión creo que es la raíz de muchos de los problemas que nos acontecen.
¿Qué ocurre cuando los dirigentes del Estado olvidan (o apartan de su mente) esa idea de representación? Desde mi punto de vista, se pierde la legitimidad de representación, y como decía, el ciudadano tiene dos opciones.
La primera, la resignación. La más común, para mi desgracia, es aquella en la que el ciudadano, a causa de las maniobras de manipulación de la clase política, HA OLVIDADO que es él mismo el que manda, el que ha de marcar los tiempos y que debe hacerse oir. En este caso es habitual escuchar comentarios del tipo: "total, si son ellos los que mandan, qué le vamos a hacer". La segunda, el despertar. Es menos común, pero está ganando posiciones. Es algo que ocurre cuando el ciudadano es consciente de su situación en el mundo. Viene a ser la concepción de conciencia colectiva, de la que hablaba Durkheim, y la comprensión de que las cosas pueden cambiarse si somos capaces de organizarnos.
Hay quien me tacha de "activista", de "rojilla", de "revolucionaria", y no me considero ninguna de las tres cosas. Simplemente trato de potenciar un derecho que algunos piensan que ya nos han quitado. Y es el derecho a mejorar.
Nadie dijo que fuera fácil, porque los derechos no se otorgan, se conquistan.

De la energía nuclear, o la dependencia energética...

Hubo un tiempo en el que solía pensar que el coste energético era muy elevado, que quizá si cambiábamos nuestro modelo podíamos abaratar el coste que soportamos los consumidores y si además esto podía hacerse respetando el medio ambiente, pues era la mejor de las opciones posibles.

http://www.europapress.es/economia/energia-00341/noticia-economia-energia-deficit-tarifa-situa-550-millones-febrero-40-menos-previsto-20110503173406.html

Hubo un tiempo en el que solía pensar que si las centrales nucleares se construían con todas las garantías, y además reducían la factura a final de mes, podían ser una buena política a nivel de inversiones.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Seguridad/centrales/nucleares/elpepiopi/20110326elpepiopi_10/Tes

Hubo un tiempo en el que solía pensar que si las grandes empresas que controlan la energía eran buenas, si se apoyaban según que ideas podían hacernos el favor de darnos luz por un precio módico, una energía limpia, segura y controlada. Y por supuesto ellas respetarían los derechos laborales y medioambientales.

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/economia/las-empresas-energeticas-se-convierten-retiro-dorado-los-politicos-%E2%80%98jubilad

Pero, después de lo ocurrido en Fukushima y muchas muchas horas de debate con amigos, compañeros y demás familia, he cambiado de opinión. Y no soy "chaquetera", digamos que he reflexionado y rectificar es de sabios.

Y es que se me olvidaba que la energía es cara, porque sufragamos una parte de las subvenciones en nuestras facturas de la luz, de las cuales se benefician no sé muy bien qué personas, que suelen tener contactos políticos para orientar de una u otra forma la política energética. Lo del déficit tarifario es otra historia, pero y el abaratamiento de las facturas? No sé muy bien en qué estaría pensando yo cuando me daba por imaginar que si los costes de producción disminuyen las grandes empresas energéticas iban a bajar sus beneficios, es decir a vender su producto más barato. Aunque a mí me cueste 3 pesetas lo que antes me costaba 5, no significa que te lo vaya a vender más barato, sino exclusivamente que voy a ganar más. Los estudios que se presentan por unas partes y por otras estan tergiversadas y no se adecúan a la realidad, sino al producto que vende cada uno. Porque no es más que eso. Y es que también se me olvidaba que a pesar de construir con garantías hay situaciones que no se pueden prevenir. La naturaleza tiene una fuerza extraordinaria y puede causar graves desastres, podemos asumir los riesgos? Tampoco sé muy bien en qué pensaba cuando creía que todos los factores estaban bajo control, cuando se está dispuesto a correr un riesgo tan elevado realmente no sé si compensa.

Y ya la gota que colma el vaso es el ver el siguiente reportaje, y como occidente sigue explotando y quienes son los que realmente mandan: ni políticos, ni Estados, tan sólo grandes empresas.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/contrabando-uranio-avance/1051152/
Hasta tal punto he cambiado de opinión que incluso llego a plantearme que en contra de la liberalización del mercado, si la energía es un recurso estratégico, como el agua, por qué no debería estar en manos del Estado? Seguiré reflexionando... Os dejo un enlace de un relato que me ha hecho pensar.

http://www.arenglonseguido.net/2011/03/28/%C2%BFnucleares-no-gracias/

Hay muchas cosas que no tengo claras, pero que el mundo en que quiero vivir se parece muy poco a este, eso es una realidad.

¿Guerra sí o guerra no? De la hipocresía de occidente, o la maldición de oriente...

Trato de no ser drástica en un asunto que atañe al bienestar de miles de personas, pero hay cosas en las que creo (y siempre he sido muy razonable) en las que no puede haber medias tintas. Lo de la escala de grises, y no blanco o negro, para algunas cosas (muchísimas) es aplicable, pero en este caso lo veo difícil. Hace poco un señor hacía unas declaraciones en televisión: "Me siento perplejo. Quienes se decían mis amigos ahora dicen que son enemigos míos". Este comentario evidencia como la posición de algunos es más indefinida, frágil y cambiante quel el baile de las hojas mecidas por el viento. Según como convenga, me paso de una orilla a otra del río, no vaya a ser que coja barro en las botas.
El señor que hacía estas declaraciones, de nombre, dejémoslo, impronunciable, al menos correctamente. Y este señor, que no era antes la representación legítima de la justicia y la democracia, y que conste que esto no era obstáculo para la venta de armas y recibimientos como jefe de estado, reconocido y reconocible, ahora resulta que es el mal, con gafas de sol Ray Ban.

Hace poco leí un libro que se llama "Europa y la gente sin historia", en el que se muestra como los que no son europeos están influenciados por los mecanismos y las dinámicas (mercantiles y las que no lo son) de países que no son capaces ni de situar en el mapa. Como todo lo que te rodea te atrapa y te transforma, a veces sin que te des cuenta, y como ello modela tu vida en función de lo que se considera "lo adecuado". Todo lo que esté fuera, está fuera, no existe. O se excluye para que no exista.

Los posicionamientos de la Unión Europea y de USA, han sido curiosos al respecto. Pero ahora sí están todos de acuerdo, hay que derrocar al dictador de las gafas de sol, no vaya a ser que perdamos el control de los pozos, de petróleo. Entendiendo que cada pueblo ha de elegir a sus dirigentes y desde una perspectiva democrática, me sorprende la volatilidad de aquellos que apoyaron al dictador en su momento, porque convenía, ahora que la gente se rebela, se unen a la rebelión demonizando al opresor, que estoy segura nunca fue un osito de peluche. A ese que recibían en sus palacios, vendían armas y regalaban gafas de sol tipo aviador.
Interesante la posición de los que nos gobiernan, cada vez más claro está que lo hacen tan solo en beneficio propio (el dinero es lo primero), y con muy poquita coherencia.
Como decía Groucho: "estos son mis principios, si no les gustan, no hay problema, tengo otros".

miércoles, 16 de marzo de 2011

sábado, 5 de marzo de 2011

De cómo las cosas están programadas para estropearse, o del no reciclaje...

Hacía ya tiempo que pensaba en cambiar mi cama. Algo destartalada con el paso de los años, necesitaba ya el descanso eterno. Es por eso que pensé en cambiarla, aunque siempre que puedo intento aprovechar lo aprovechable, por lo que me decidí a desmontarla para ver qué parte estaba aún sana y si el paciente merecía una segunda oportunidad. Y dicho y hecho. Destornillador eléctrico en mano, la pobre estaba desarmada en menos que canta un gallo, y allí destripada, me dispuse a analizar cada uno de sus componentes para decidir cual pasaba a mejor vida. Apenas diez minutos después, lo único que merecía la pena conservar era el somier "bodyflex", de lamas de madera en un excelente uso. Lo demás, lo donaría a una asociación de extoxicómanos que se dedican a la restauración de muebles. Y pensé que no era necesario hacerme con una cama nueva, sino que adquiriendo unas "simples" patas de plástico resistente podría quedar como nueva. Pero no todo es tan fácil como una puede pensar en un principio. Ahí empieza esta historia.
Me dirigí a unos grandes almacenes, de esos en los que puedes adquirir cualquier cosa, pensando que unas patas para un somier serían sencillas de encontrar. Primer error. Puntualización: en los grandes almacenes, no siempre se encuentra lo que una busca.
Un tanto desengañada, volví a una "gran superficie" plagada de familias que hacen un uso un tanto peculiar de su tiempo libre, madres con niños en los carritos metálicos de los supermercados tratando de conseguir que el día tenga 26 horas, padres despistados que se hacían los locos "perdiéndose" en la zona de audiovisuales, con 25 pantallas de televisión sintonizadas en el mismo canal y, de fondo, una musiquilla odiosa que incita más a la epilepsia que al consumismo puro y duro. Aseguro que fue un gran esfuerzo por mi parte esperar en el mostrador de información a que una señora cambiara un par de sartenes que decía que "no le iban bien". Cuando por fin me tocó el turno, tenía el número 92, le pregunté lo más amablemente que pude a la señorita del mostrador a ver si contaban entre sus artículos con unas simples patas adaptables para un somier universal. Me indicó, un tanto sorprendida, que lo desconocía, invitándome a pasar dentro de la "gran superficie", en la zona de "hogar" para comprobarlo por mi misma. Segundo error. Un tanto contrariada, hice de tripas corazón, y cuando llegué a la zona de "hogar" (artificial hasta decir basta) busqué y rebusqué, pero allí no encontré nada parecido. Volví a preguntarle a una señorita y me indicó muy cortésmente, que no disponían de patas para somieres, pero que con gusto me mostraría el surtido de canapés, estructuras de cama, colchones y somieres articulados de última generación. Puse cara de susto y salí corriendo.
Pasaron un par de día hasta que me recuperé completamente de ese trance, y como persona decidida que soy, volví a insitir, esta vez en una ferretería de barrio. Tercer error. El hombre, panzudo y medio calvo, me contó que lo que me proponía era absurdo. Que esas patas no se venden por ahí, que no es nada fácil encontrarlas, y añadió "si no te importa perder el tiempo buscando" mientras cambiaba de lado el palillo que llevaba en la boca. Contrariada de nuevo, a la puerta del establecimiento, encendí un cigarrillo y mientras paseaba sin rumbo, levanté la vista y lo ví claro. Una tienda especializada, Flex Confort. Allí no podrían decirme que no. Y efectivamente, cuando le comenté a la señorita lo que estaba buscando me dijo: "pues has tenido suerte, creo que me quedan algunas en el almacén". Sonreí, salté, hice la señal de victoria (ella no me veía, estaba en el almacén) y cuando vino y las trajo pensé: "ahá, he ganado". Todo eso hasta que paso el código de barras por esa maquinita del demonio y me espetó: "el precio son 40€ el pack de cuatro, como lo ves?". Tuve que sentarme. Y entonces me desahogué, le conté todo lo que había pasado y mi incredulidad ante la situación, que yo quiero a mi planeta y que lo único que intentaba era reutilizar, reaprovechar y evitar los residuos, y así entre sollozos me sacó un kleenex y me dijo: "no estás sola". La miré extrañada y mientras me sonaba los mocos me contó lo siguiente:
"Mira niña, no eres la única que ha pasado por esto. Son muchos los infelices que piensan que pueden reutilizar los somieres, pero se equivocan, no es tan fácil. Porque todo está preparado para que cuando quieras cambiar tu cama, te sea más sencillo cambiarlo todo (canapé, colchón y estructura), que pensar en reutilizar. Es más, aquí vendemos unos 20 conjuntos al mes, y eso en un mes normal, y en el último año, las que tú me has pedido van a ser las primeras patas que vendo, apenas se fabrican porque se orienta al consumidor para que se decante por el pack completo. Este es el mundo en el que vivimos."
Le doy las gracias a esta señorita por abrirme, un poquito más, los ojos. Y si los queréis abrir vosotros, aquí os dejo un aperitivo...
http://www.rtve.es/noticias/20110104/productos-consumo-duran-cada-vez-menos/392498.shtml http://www.decrecimiento.info/

lunes, 14 de febrero de 2011

viernes, 28 de enero de 2011

Del genoma, o esa delgada línea...

Hubo una época en la que se pensaba que el hombre (hablo como especie, con lo que la mujer va incluida) estaba hecho a imagen y semejanza de Dios. Su creación era un dogma de fe, el cual proponía que el primer hombre, Adán, había sido modelado a partir de un trozo de barro. La mujer, Eva, se había conformado a partir de un trozo de costilla de un Adán, que ya vivo, imagino que gritaría como un cochino el día de San Martín.
Esto constituyó la verdad absoluta sobre la aparición del hombre en la Tierra durante muchos años, en los cuales se aplicaba una explicación mágica (religiosa, por ende) a todos los fenómenos. Si bien algunos "inconscientes" se atrevieron a refutar la implicación de la Sagrada Escritura en todo aquello que acontecía, esto solía tener como consecuencia condenas a muerte de lo más variado, aunque la muerte por cremación (a lo vivo, claro) era quizá la preferida. La percepción de la planicie del planeta, alrededor del cual giraban todos los astros, o el intento de explicación del origen de las especies, supusieron numerosas excomuniones y sentencias de muerte, en un momento dominado por el ocultismo, lo divino, la escolástica y la idea de que TODO se produce en función de un juego en el cual no somos más que meros objetos en una historia que ya está escrita.
Los primeros científicos naturales, entre los cuales se encontraba Darwin, trataron de ver más allá del muro que era puesto ante sus ojos, intentando desprenderse de la venda, y ofreciendo la posibilidad de otra explicación, mucho más mundana, empírica del mundo que nos rodea. Esto como digo, pudo traer muchos disgustos a esas madres que se resignaban a que sus hijos experimentaran en el sótano las posibilidades de la generación espontánea, de la existencia de otros planetas, encubriendo esas prácticas ante los vecinos, que podían en un momento dado denunciar a los herejes ante los tribunales religiosos. Pues bien, a todos ellos (madres e hijos curiosos), la historia los ha reconocido como adelantados a su tiempo y los ha situado como los descubridores de las leyes que rigen el orden de las cosas (sólo de algunas, todavía).
En esta última semana, se ha descifrado el genoma del orangután, del cual nos diferenciamos tan sólo en un 3%. Algunos, habrían tratado de explicar ese 3% como "intervención divina", otros lo han llamado "alma" y otros muchos atribuyen a la cultura y a la capacidad del ser humano para producirla, la causa de esas diferencias. Probablemente no seamos capaces de conocer ese porcentaje restante, o quizás sí, pero en él está decididamente incluida la capacidad para generar lenguajes inteligibles, la percepción estética del mundo, la capacidad creativa de melodías, la producción filosófica, las preguntas acerca de quiénes somos, cómo vivimos, adónde nos dirigimos, y, según mi opinión, la más interesante, la herencia que dejamos una vez hemos desaparecido, a las generaciones venideras... Porque todos morimos, pero la cultura permanece...
Y es que hubo alguien que dijo que "el ser humano es extraordinario", y tenía toda la razón... http://www.muyinteresante.es/el-genoma-del-orangutan-es-identico-al-del-ser-humano-en-un-97

miércoles, 26 de enero de 2011

Del esperpento nacional, o de los minibancos...

Desde hace algún tiempo, vengo sintiendo que soy (al igual que el resto de los ciudadanos) como un pequeño "minibanco". Todos (sin excepción) me piden "que me apriete el cinturón" que pague un 18% de IVA, la gasolina más cara de la historia, las subidas de precios de bienes básicos, la congelación y bajada de sueldos, que "aguante, que lo malo pasará, es más: YA ESTÁ PASANDO!", en definitiva, que haga de tripas corazón, porque en una crisis que no he provocado (y en la que no he sacado ni un duro) voy a tener que abonar hasta la ultima peseta. Obviando que estos asuntos me parecen de una justicia altamente cuestionable (ES ESTE EL MUNDO QUE QUEREMOS?), ayer entré en un estado de incredulidad cuando vi, en vivo y en directo la última votación en el congreso de los diputados. Allí, nuestros queridos gobernantes decían que NO a una reforma solicitada por IU, en la cual se revisa la incompatibilidad de una pensión pública (pagada por todos, y que no es una pensión mínima sino que asciende a la friolera de 80.000€ al año) con los nuevos nombramientos en grandes empresas privadas por parte de nuestros ex presidentes. Para una vida digna... El Sr. Mariano, que a veces hasta parece que tiene alguna idea, ya había comentado algo al respecto:

PEEERO, no pudo ser. Porque los ciudadanos pagamos el pato, mientras ellos lo cocinan a "la orange":

http://www.rtve.es/noticias/20110125/psoe-pp-bloquearan-congreso-intento-iu-limitar-pensiones-gonzalez-aznar/398150.shtml

Y yo no hago más que preguntarme: ¿No hay una ley de incompatibilidades? Es que cualquier ciudadano no puede hacer esto, pero ellos si. Ellos mandan y dirigen nuestras vidas haciendonos creer que les importamos (cada cuatro años), pero sólo porque abonamos sus facturas: facturas de taxis, dietas, viajes, seguridad... Y resulta que las naranjas han subido de precio, pero me tengo que aguantar. Menos mal que son cultivadas a 25km que si no no sé qué pasaría. ¿Y las justificaciones de gastos de nuestros señores diputados? Cuando recibes algun tipo de ayuda pública tienes que justificarla (ayudas al transporte escolar, por ejemplo) y si no presentas la justificación, tienes que devolver el dinero. Pero esto solo es para algunos. Porque no todos somos iguales, o de verdad te lo creiste? ¿Tarjetas Oro, Plata y Platino? Y resulta que ya no puedo desgravar la compra de una vivienda, y el IRPF se incrementa como la espuma (que voy a tener que casarme como estrategia económica doméstica, porque si estas soltero y sin hijos, mereces un castigo)... Vaya! Pero eso no es todo, que es que la indignación me desvía y me voy por los cerros de Úbeda. Ahora me piden que me jubile a los 67 porque no pueden garantizarme que pueda cobrar una pensión dentro de 35 años... pero si no me pueden garantizar que pasado mañana cambien de opinión y en lugar de 67 lleguen a la convención de que, para redondear, mejor 70. Y mientras, seguimos con las prejubilaciones, las bajas incentivadas y demás eufemismos que significan "pagar antes de tiempo", y ¿quien lo paga? Pues los mismos de siempre. Pero no, estamos tranquilos porque al menos consiguen llegar a acuerdos (aunque sean una porquería):

http://www.rtve.es/noticias/20110125/acuerdo-entre-psoe-ciu-abre-puerta-a-retraso-jubilacion-no-forzado/398156.shtml

Y además debemos hasta estar agradecidos, porque en España, que es un país donde todo es jauja (además de sol y buena comida, porque así es como nos venden), pagamos menos impuestos que en la UE y el tabaco es más barato (o solía serlo), y como lo hacen por nuestro bien, pues venga. Me lo cobran bien, pero me piden que no fume, porque es malo para mi salud, y además me multan si tiro una colilla al suelo, cuando los niños tienen la mala costumbre de tirar chicles y ni sus padres les dicen nada, y las calles están sucias y en verano hasta huele mal. Pero para ellos no hay multa, porque los chicles no son malos para la salud. Y si estoy fumando delante de un colegio, me pueden llamar la atención porque hago algo "feo" y que los niños no deben ver, pero sin embargo un yonki "fumando plata" en mi portal no es "causa suficiente para desplazar un vehículo patrulla, señora". Y me piden que recicle, porque es bueno para el planeta, pero sin embargo no soy yo quien causa mayor huella ecológica, sino las grandes empresas que compran cupos de contaminación (también lo hace España). Y que tenga paciencia, porque igual dentro de 15 años puedo tener un nivel de vida similar al que tenía el año pasado, obviando que jamás podré tener, por mucho que lo intente, el nivel de vida que han conseguido mis padres.

No sé, pero está claro que hay muchas cosas que no funcionan (cada vez más), pero creo que tenemos los mismos motivos (o casi) que los tunecinos para una revuelta ciudadana. Y los egipcios ya nos llevan ventaja. Cuando diremos "hasta donde"?

domingo, 23 de enero de 2011

De los primeros principios, o de la sucesión de imperios...

"Una disposición afortunada de las fibras del cerebro, una mayor o menor celeridad de la sangre, éstas son probablemente las únicas diferencias que la naturaleza establece entre los hombres. Sus espíritus, o el poder y la capacidad de sus mentes, muestran una verdadera desigualdad, cuyas causas no conoceremos nunca ni sobre ellas podremos razonar. Todo lo demás es efecto de la educación, y esta educación es el resultado de toda nuestra experiencia sensorial y de todas las ideas que hemos sido capaces de adquirir desde la cuna. Todos los objetos que nos rodean contribuyen a esta educación; las instrucciones de nuestros padres y de nuestros maestros sólo son una pequeña parte de ella."
Turgot, 1750.

martes, 4 de enero de 2011

Los conflictos intergeneracionales, o la ley del embudo... Segunda parte.

En alguna ocasión he hablado aquí de la generación ni - ni. Hoy no voy a hacer referencia a ella, sino más bien a ese otro grupo de jóvenes que conforman la otra cara de la moneda. Son un grupo, bastante numeroso, por cierto, de personas cualificadas, pero poco reconocidas, preparadas, a las que sin embargo pocos están dispuestos a dar una oportunidad. Jóvenes (y jóvenas, como diría alguna lumbreras) que no suelen salir en los medios, más que cuando se reflejan las estadísticas de la EPA, se relatan noticias referentes a botellones y los problemas de ruido con los vecinos, o disturbios en discotecas y accidentes de tráfico después de malas noches de "fiesta". Lo que no suele salir en los medios es que este grupo de jóvenes constituye la generación mejor formada de la democracia, que hablan idiomas, que se desplazan al extranjero para alcanzar unas metas que se les niegan en su país de origen, personas sobradamente preparadas para enfrentarse a los acontecimientos, y que sin embargo rara vez tienen oportunidad de demostrarlo. Un grupo que supone un 40% de las personas desempleadas en un país incapaz de acoger mano de obra cualificada, y que se ven obligados a ocupar puestos de otros perfiles profesionales (desplazando por tanto a quienes podrían cubrir estos últimos). Es la llamada sobrecualificación, que últimamente y cada vez más se asocia al infraempleo, mientras los responsables políticos idean alguna fórmula magistral (que nunca llega) para que esto deje de ocurrir.
Esto, que de por sí ya es un drama, no tiene visos de mejorar, sobre todo si miramos a largo plazo, cuando ninguno (o casi) de los que se hayan marchado, estén poco o nada predispuestos a volver. ¿Y qué haremos entonces? ¿De qué sirve invertir en formación si la "recaudación" se la llevan otros? Se supone que entre los 25 y 34 años (aproximadamente) son los años en los que más se rinde, laboralmente hablando, hasta conseguir una estabilidad (acompañada de nacimiento de hijos y demás convenciones). En esta época uno es "explotable", con la motivación de que llegarás a más en un plazo determinado y conseguirás cierta seguridad (que cada vez es más insegura).
Y si esto fuera poco, a ello hay que unir las recientes modificaciones en el sistema de pensiones. Esas "modificaciones sin importancia" que la generación anterior está dispuesta a llevar adelante, pese a quien le pese, rompen conceptos como la igualdad, o los derechos adquiridos. ¿Es que a nadie le importa? Y veremos en las noticias, los próximos días de fusiones de cajas y demás, como se incrementa el número de prejubilaciones forzosas e indignas, mientras otros son condenados si juicio previo. Pero tranquilos, tan sólo nos quedamos con una lectura: que se disparan las matrículas en centros de idiomas. Esto que se ha planteado como algo curioso, no tiene ninguna gracia. Os lo aseguro.
Resulta triste ver como la generación de nuestros padres, que fue capaz de muchos logros que todos reconocemos, tiene una asignatura pendiente para la cual, por el momento, no hay solución. Empezamos a construir la casa por el tejado y ahora nos pasa lo que nos pasa. La juventud es el futuro y hay que cuidarla: ¿qué nos espera sin ellos? Mientras no demos a cada cual el sitio que le corresponde, seguiremos sin entendernos, y esa brecha intergeneracional cada vez se hará más grande: ¿igualdad? ¿justicia?
Ya veremos como avanza el panorama, pero por el momento la cosa pinta regular. Habrá que esperar a que amaine el viento...

De las élites, o de las exclusiones de la vida política y sus consecuencias...

Desde hacía algún tiempo, y tras haber leído un poco sobre el tema, tenía una teoría que se ha visto reforzada en vista de los acontecimientos. Hace muchos años, Pareto, un señor muy inteligente y que casi siempre era el centro de las tertulias de cafetería en la facultad, describía las élites con una minuciosidad que me entusiasmó y me ayudó a analizar lo que ocurría en mi entorno más amplio. Bottomore, Mills o Mosca, cada uno con lo suyo, también contribuyeron a despejar muchas incógnitas. El caso es que todo el mundo sabe qué son las élites y que existen, y se ven! Y aquí esta el asunto: de verdad son visibles? Mi teoría radicaba en que en nuestro sistema jurídico político existía un microsistema, el cual estaba formado por personas (más o menos físicas) que estaban por encima de todo lo mundano, pero que no salen en los periódicos. Algo así como un Bilderberg, pero a la española.
En todos los países hay una serie de políticos que ilustran las portadas de los diarios con noticias del tipo "y tú más" sobre todo últimamente, pero no son ellos quienes manejan el cotarro. ¿O no es cierto que hay personas y poderes que "perduran" a pesar de los cambios de gobiernos? Esta idea se organizó y cobró peso tras devorar otro libro, que recomiendo siempre, "El sistema", de un autor, el cual, a pesar de no compartir algunos de sus postulados, creo muy acertado en este asunto. En el, se explica con detalle como existe una "entidad" superior a todo lo social, político, jurídico y económico, que maneja la conveniencia de unas u otras decisiones, siempre siguiendo un hilo argumental tejido con gran sutileza. Porque la toma de decisiones parece estar en manos de unos pocos, cada vez con más claridad, y éstos construyen lo correcto e incorrecto, lo subvencionable o no, incluso se atreven a edificar una "ética" a la cual aferrarse cuando no hay nada más donde poner un pie. Y esto viene siendo así ya desde la transición democrática.
Siguiendo esta teoría, existen una serie de "entendidos" que guían, controlan y orientan, siempre hacia su propio beneficio, el devenir de una sociedad completa, la cual, con sus carencias y sus fortalezas piensa "borreguilmente" que es dueña de sus destinos, que las élites se "eligen" en las urnas y que éstas "hacen lo mejor para nosotros" (pero sin contar con nosotros, a que os suena eso?). Estas personas, se apropian de ideas que no les corresponden para encumbrar sus cada vez más escasos logros, y justifican la crisis que ellos mismos han provocado, como un fallo de estructura (una estructura construida y desarrollada por ellos). Y siempre tienen a alguien detrás, soplando suave en la oreja.
Esta mañana escuchaba en la radio el abandono de la política de Álvarez Cascos, y las justificaciones que explicaban tal decisión. El caso es que este hecho que atañe a un señor que, personalmente nunca me agradó en exceso, estoy convencida de que tiene una interpretación distinta a la que se está dando, y que tendrá consecuencias que ahora sólo unos pocos podemos ver. Y no es el único caso, porque zancadillas, empujones y demás jugarretas no tienen un único color político. Pasa en todas las familias. Además de que aquello de "los enemigos de mis enemigos son mis amigos" se ha convertido en una máxima que bendice muchas carreras políticas.
La falta de democracia interna en los partidos políticos, las decisiones de las camarillas en cuartos oscuros y la indiferencia ante los votantes y militantes del partido, ya están trayendo consecuencias muy negativas, no sólo para la clase política, sino para toda la sociedad. La falta de implicación, la indiferencia e incluso la no participación en los mecanismos que se organizan para ello, no mejora los posicionamientos, sino todo lo contrario. Si bien estas características de la sociedad actual han sido alimentadas con "carbohidratos acríticos, vitaminas aleccionantes y proteínas de tipo pensamiento único", por las consiguientes legislaciones en materia educativa. Porque a todos ellos, sin excepción, les interesa nuestro desinterés. Y cómo!!!! Siempre fue más cómodo que te paguen por no hacer nada, verdad?
Pero, ¿esto esto tiene cura? ¿Hay remedio para esta situación? La vacuna para muchos de los males que nos afectan, creo que se encuentra en la sociedad civil. Una verdadera articulación de la sociedad ante los abusos y desmanes de los que nos gobiernan con opacidad (y a los cuales se les ha olvidado que están donde están por nosotros) para hacer ver que estamos, contamos y somos importantes. Las mordazas en forma de subvenciones, dádivas, puestos de libre designación y demás "premios", encadenan la libertad, la autocrítica y las propuestas de cambio, de un cambio que siempre es posible.
Cada vez tenemos más razones para reivindicarNOS, sólo nos falta dar el paso...