viernes, 4 de junio de 2010

Los bonsais, o la búsqueda de un método de superación de crisis... Segunda parte

Resulta que no se me dá mal esto. Una amiga dudaba de mi capacidad, más que otra cosa por la impaciencia que suele caracterizarme, para mantener con vida un ser tan delicado. Y lo he conseguido, y lo más gracioso es que no ha sido difícil. Al menos no tanto como podía esperar.
Los cambios de estación no suelen sentarme bien, o como diría mi madre: "nena, en general, los cambios". Pero en esta ocasión ha habido una novedad. Quizá la impaciencia de la que hablaba antes ha provocado que hayamos "casi" pasado la primavera y la única consecuencia al respecto haya sido el nacimiento de multitud de pequeñas hojitas.
Estoy aprendiendo mucho acerca de aquello que me decían hace tiempo, cuando era estudiante: "hay que saber mirar para ver, y hay que saber oir para escuchar". Y trato de aplicarlo cada día.
De momento, voy ganando. A pesar de las mareas.