martes, 4 de enero de 2011

De las élites, o de las exclusiones de la vida política y sus consecuencias...

Desde hacía algún tiempo, y tras haber leído un poco sobre el tema, tenía una teoría que se ha visto reforzada en vista de los acontecimientos. Hace muchos años, Pareto, un señor muy inteligente y que casi siempre era el centro de las tertulias de cafetería en la facultad, describía las élites con una minuciosidad que me entusiasmó y me ayudó a analizar lo que ocurría en mi entorno más amplio. Bottomore, Mills o Mosca, cada uno con lo suyo, también contribuyeron a despejar muchas incógnitas. El caso es que todo el mundo sabe qué son las élites y que existen, y se ven! Y aquí esta el asunto: de verdad son visibles? Mi teoría radicaba en que en nuestro sistema jurídico político existía un microsistema, el cual estaba formado por personas (más o menos físicas) que estaban por encima de todo lo mundano, pero que no salen en los periódicos. Algo así como un Bilderberg, pero a la española.
En todos los países hay una serie de políticos que ilustran las portadas de los diarios con noticias del tipo "y tú más" sobre todo últimamente, pero no son ellos quienes manejan el cotarro. ¿O no es cierto que hay personas y poderes que "perduran" a pesar de los cambios de gobiernos? Esta idea se organizó y cobró peso tras devorar otro libro, que recomiendo siempre, "El sistema", de un autor, el cual, a pesar de no compartir algunos de sus postulados, creo muy acertado en este asunto. En el, se explica con detalle como existe una "entidad" superior a todo lo social, político, jurídico y económico, que maneja la conveniencia de unas u otras decisiones, siempre siguiendo un hilo argumental tejido con gran sutileza. Porque la toma de decisiones parece estar en manos de unos pocos, cada vez con más claridad, y éstos construyen lo correcto e incorrecto, lo subvencionable o no, incluso se atreven a edificar una "ética" a la cual aferrarse cuando no hay nada más donde poner un pie. Y esto viene siendo así ya desde la transición democrática.
Siguiendo esta teoría, existen una serie de "entendidos" que guían, controlan y orientan, siempre hacia su propio beneficio, el devenir de una sociedad completa, la cual, con sus carencias y sus fortalezas piensa "borreguilmente" que es dueña de sus destinos, que las élites se "eligen" en las urnas y que éstas "hacen lo mejor para nosotros" (pero sin contar con nosotros, a que os suena eso?). Estas personas, se apropian de ideas que no les corresponden para encumbrar sus cada vez más escasos logros, y justifican la crisis que ellos mismos han provocado, como un fallo de estructura (una estructura construida y desarrollada por ellos). Y siempre tienen a alguien detrás, soplando suave en la oreja.
Esta mañana escuchaba en la radio el abandono de la política de Álvarez Cascos, y las justificaciones que explicaban tal decisión. El caso es que este hecho que atañe a un señor que, personalmente nunca me agradó en exceso, estoy convencida de que tiene una interpretación distinta a la que se está dando, y que tendrá consecuencias que ahora sólo unos pocos podemos ver. Y no es el único caso, porque zancadillas, empujones y demás jugarretas no tienen un único color político. Pasa en todas las familias. Además de que aquello de "los enemigos de mis enemigos son mis amigos" se ha convertido en una máxima que bendice muchas carreras políticas.
La falta de democracia interna en los partidos políticos, las decisiones de las camarillas en cuartos oscuros y la indiferencia ante los votantes y militantes del partido, ya están trayendo consecuencias muy negativas, no sólo para la clase política, sino para toda la sociedad. La falta de implicación, la indiferencia e incluso la no participación en los mecanismos que se organizan para ello, no mejora los posicionamientos, sino todo lo contrario. Si bien estas características de la sociedad actual han sido alimentadas con "carbohidratos acríticos, vitaminas aleccionantes y proteínas de tipo pensamiento único", por las consiguientes legislaciones en materia educativa. Porque a todos ellos, sin excepción, les interesa nuestro desinterés. Y cómo!!!! Siempre fue más cómodo que te paguen por no hacer nada, verdad?
Pero, ¿esto esto tiene cura? ¿Hay remedio para esta situación? La vacuna para muchos de los males que nos afectan, creo que se encuentra en la sociedad civil. Una verdadera articulación de la sociedad ante los abusos y desmanes de los que nos gobiernan con opacidad (y a los cuales se les ha olvidado que están donde están por nosotros) para hacer ver que estamos, contamos y somos importantes. Las mordazas en forma de subvenciones, dádivas, puestos de libre designación y demás "premios", encadenan la libertad, la autocrítica y las propuestas de cambio, de un cambio que siempre es posible.
Cada vez tenemos más razones para reivindicarNOS, sólo nos falta dar el paso...

2 comentarios:

  1. Las élites existen claro, no tienes que ver más que Botin paga los avales electorales de PP y PSOE... el gran hermano español es santanderino...

    Yo sigo esperando a que se re-instaure el derecho de pernada a ver si así nos movemos de una vez.

    Un besazo encanto

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  2. Espero que no llegue la cosa a tanto, pero últimamente no me permito ser optimista en estos asuntos..

    Otro pa ti

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