miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Guerra sí o guerra no? De la hipocresía de occidente, o la maldición de oriente...

Trato de no ser drástica en un asunto que atañe al bienestar de miles de personas, pero hay cosas en las que creo (y siempre he sido muy razonable) en las que no puede haber medias tintas. Lo de la escala de grises, y no blanco o negro, para algunas cosas (muchísimas) es aplicable, pero en este caso lo veo difícil. Hace poco un señor hacía unas declaraciones en televisión: "Me siento perplejo. Quienes se decían mis amigos ahora dicen que son enemigos míos". Este comentario evidencia como la posición de algunos es más indefinida, frágil y cambiante quel el baile de las hojas mecidas por el viento. Según como convenga, me paso de una orilla a otra del río, no vaya a ser que coja barro en las botas.
El señor que hacía estas declaraciones, de nombre, dejémoslo, impronunciable, al menos correctamente. Y este señor, que no era antes la representación legítima de la justicia y la democracia, y que conste que esto no era obstáculo para la venta de armas y recibimientos como jefe de estado, reconocido y reconocible, ahora resulta que es el mal, con gafas de sol Ray Ban.

Hace poco leí un libro que se llama "Europa y la gente sin historia", en el que se muestra como los que no son europeos están influenciados por los mecanismos y las dinámicas (mercantiles y las que no lo son) de países que no son capaces ni de situar en el mapa. Como todo lo que te rodea te atrapa y te transforma, a veces sin que te des cuenta, y como ello modela tu vida en función de lo que se considera "lo adecuado". Todo lo que esté fuera, está fuera, no existe. O se excluye para que no exista.

Los posicionamientos de la Unión Europea y de USA, han sido curiosos al respecto. Pero ahora sí están todos de acuerdo, hay que derrocar al dictador de las gafas de sol, no vaya a ser que perdamos el control de los pozos, de petróleo. Entendiendo que cada pueblo ha de elegir a sus dirigentes y desde una perspectiva democrática, me sorprende la volatilidad de aquellos que apoyaron al dictador en su momento, porque convenía, ahora que la gente se rebela, se unen a la rebelión demonizando al opresor, que estoy segura nunca fue un osito de peluche. A ese que recibían en sus palacios, vendían armas y regalaban gafas de sol tipo aviador.
Interesante la posición de los que nos gobiernan, cada vez más claro está que lo hacen tan solo en beneficio propio (el dinero es lo primero), y con muy poquita coherencia.
Como decía Groucho: "estos son mis principios, si no les gustan, no hay problema, tengo otros".

1 comentario:

  1. Os dejo un enlace interesante:

    http://laboromnia.blogspot.com/2011/04/la-hipocrita-desverguenza-del.html?showComment=1305011027504#c3153384684844050438

    ResponderEliminar