miércoles, 25 de agosto de 2010

De la justicia, o del resarcimiento de las víctimas...

Es obvio que toda acción (u omisión) conlleva consecuencias. En nuestras propias vidas lo contemplamos a menudo, cuando cada minuto es necesario realizar una elección (y el mero hecho de no elegir, ya es una decisión en sí misma). Decantarse por una u otra alternativa trae consigo el acierto, o el error y el consiguiente aprendizaje (better luck next time, como suele decirse).
La misma aplicación puede hacerse cuando hablamos de la comisión de un delito. Se trata de un hecho que esta sancionado socialmente y provoca diferentes niveles de rechazo y alarma social. Así, según nuestra legislación, está "feo" robar, cometer fraudes, pegar a otra persona o causarle cualquier tipo de daño, matar...
Cuando una persona comete un delito, en primer lugar se reconoce públicamente que el hecho en sí es algo punible (que implica un castigo) por la sociedad. En segundo lugar se lleva a cabo un juicio, en el cual se demuestra si el hecho fue o no y aparece aquí la "evaluación del arrepentimiento". Éste, por definición, implica que uno conoce que sus actos han sido erróneos y su disposición a enmendarlos (y no repetirlos, claro). Por último, el juez aplica el castigo correspondiente, siempre según la legislación vigente, no lo olvidemos.
Se dice se comenta que la justicia (o su percepción) es el pilar fundamental de las sociedades, algo sin lo cual no es posible el progreso. Su monopolio por parte del estado, es algo que todos damos por hecho, por el mero "idem" de pertenecer a una comunidad. Personalmente estoy completamente de acuerdo con esta afirmación, pues de otro modo es materialmente imposible, primero el reconocimiento de los derechos de las personas, y segundo su libre y sano ejercicio. Las reacciones ante las injusticias son universales y reflejan sentimientos de imcomprensión, miedo, ira y "fiebre de venganza". El "ojo por ojo", tan prácticado en algunas civilizaciones durante largo tiempo.
Sin embargo, son muchos los casos (aquellos que provocan gran alarma social) en los cuales se provoca un desajuste entre el daño causado y la pena impuesta. Casos en los que las víctimas de los delitos no sienten que se haya "hecho justicia con ellos". Así crece el sentimiento de inseguridad (muy muy peligroso en sociedades amplias y complejas como las nuestras) que puede traer consigo consecuencias poco deseables. Siempre he pensado que la percepción de "seguridad" es algo muy muy difuso y que conlleva muchos matices, pero en este caso creo que está claro como el agua. Un caso que me viene a la memoria es el de una mujer gitana que asesinó con un cuchillo a su marido, el cual la maltrataba desde hacía años. Ella ingresó en prisión, pero finalmente fue absuelta. O en Australia, donde una mujer que sufría abusos desde los 14 años por parte de su padre, lo decapitó y desmembró con una sierra. Allí se aplicó el principio de "nolle prosequi" y ni siquiera llegó a ser juzgada. Para muestra, dos botones.
Se cuestiona la labor de los jueces, su interpretación de las leyes. No estoy de acuerdo. Un juez es un mero "aplicador de leyes y dispensador de castigos" (con todos mis respetos, que no es mi intención ofender a sus señorías), los cuales se acuerdan y determinan en las leyes, en este caso el código penal, que es aprobado en el hemiciclo ("Uy, si? no me digas?"). Creo en la reinserción de los presos, soy una ferviente defensora de aquello de "un error no puede condicionar tu vida para siempre", pero hay errores y errores. No puede compararse la venta de estupefacientes, los robos o un fraude fiscal, con quitar la vida a otro ser humano, en ningún caso. Y mucho menos cuando el crimen está "aderezado" con sadismo y ensañamiento.
¿Qué hacemos cuando no existe resarcimiento en las víctimas? ¿Qué hacemos cuando las penas no se adecúan a los delitos cometidos? ¿Podría justificarse que ante estas divergencias las víctimas se tomaran la justicia por su mano?
Hoy mismo se publicaba que un "ex-asesino", ha vuelto a delinquir, por quinta vez. Y hay quien diría que no sé de qué nos extrañamos, porque de "seres irracionales, actos irracionales", pero... creo que el tema es, por lo menos, para reflexionar. Tenemos un problema, y serio.

4 comentarios:

  1. Yo creo que el concepto de justicia se ha ido difuminando con los años... es la misma justicia la que se aplica a el que roba una barra de pan por hambre que al que roba 5000 milones de euros?

    Justicia?... un hermoso recuerdo...

    Bss encanto!

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  2. Hola! :D

    Dicen por ahí que la justicia es como la tela de araña, deja pasar al pájaro, pero atrapa a la mosca.

    Saluditos

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  3. Angélica dijo...

    No lo había oído, pero es buenísimo jajajaja

    Saludos niña!

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  4. Sí, jajaja, no es mío :S Pero es gráfico, eh? :D

    Besos

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