miércoles, 7 de julio de 2010

De las nubes, la inopia, o el valle de Babia...

Observar la evolución de los nimbos, estratos y cúmulos es una ocupación como otra cualquiera. Hay a quién le gusta leer (afición que también comparto), coser, tocar algún instrumento, pintar al óleo, acuarela o "a dedo".. A mí me gustan las nubes. Obviando la manida pregunta de a qué huelen estas acumulaciones de gotitas de agua (esto va para los chistosos) creo que adivinar el soplo de los vientos, la altura de los cirros o detectar los trazos de aviones, son una manera como cualquier otra de pasar el tiempo, ese del que uno dispone sin tener nada mejor que hacer (o que no hacer). Y es que imaginar de donde vienen o adonde van es, sin duda, trascendental. Supongo que también, por la época vacacional en la que estamos, puedo permitírmelo más de lo habitual. Y me encanta.

Se nota ya el primero de mes, por el calor, sobre todo, los avisos de la DGT, los atascos para ir a la playa, la falta de noticias (que significa siempre buenas noticias, no seais malpensados) y la tranquilidad de quienes afrontan este mes trabajando: no hay atascos, ni en la cola del super, ni en la ronda de circunvalación, ni siquiera en los ascensores. En general reina el buen humor, a pesar de todo. Y cualquiera habla de crisis, porque para estas cosas no hay crisis que valga: las ofertas de última hora se multiplican, ahora los niños son "gratis" y cualquier papá/mamá de familia debe permitirse, al menos, una escapadita de una semana, además de no renunciar a la tele por cable. Curiosa, sin duda, la percepción de la necesidad humana. En esta época, sigo con lo mío, siempre me vienen a la cabeza películas postapocalípticas, de esas en las que la raza humana es destruida (por virus, extraterrestres, por nosotros mismos, o todo lo anterior, incluyendo algún zombi, que nunca están de más) y en las que uno se puede permitir darse un paseo por la Palmera sin cruzarse con nadie. Y es que la ciudad está desierta, y parece que algunos somos los únicos supervivientes de la guerra nuclear (sin destrozo material y sin bajada de precios).

Con esta ausencia de estímulo me parece comprensible dedicar, al menos, unos minutos al dia a pensar en las apabardas (palabro verídico, no es coña), a estar en la inopia o visitar el valle de Babia, aunque sea sólo en espíritu, que para lo físico ya habrá tiempo (ánimo que ya queda poco). Las musarañas están frecuentemente en mis pensamientos y deambulan en fila de a uno para burlarse de mi falta de concentración. Pero ya se lo tengo dicho, quien ríe el último, ríe mejor.

Y por las noches ya no hay nubes, pero tienen mejores sustitutas. Lo tengo claro: necesito vacaciones :)

Una curiosidad:

RedBalcony Pixar Short Partly Cloudy- Full Version

2 comentarios: