miércoles, 12 de mayo de 2010

La crisis, o el cambio en su más amplia concepción...

Desde hace meses oímos hablar de la crisis económica en periódicos, telediarios, en la calle, e incluso conocemos a personas que la padecen directamente o somos nosotros mismos "carnaza" para este depredador. Sin embargo, y contrariamente a lo que se puede pensar o divulgar desde algunos ámbitos, desde mi punto de vista, no se trata en exclusiva de un problema económico, como vengo indicando en anteriores posts. Comparto la opinión de un buen y "pesimista" amigo (él prefiere que le llame "realista"), quien habla siempre de un concepto mucho más amplio: crisis sistémica. Bonito pero aterrador concepto, que no hace sino presajiar que estamos ante una época de grandes cambios, frente a los cuales tendremos que probar nuestra capacidad para adaptarnos. Por definición, "lo sistémico" se refiere a un conjunto de elementos que se encuentran irremediablemente relacionados entre sí y que conforman un sistema. Von Bertalanffy, un biólogo alemán (como no) muy inteligente, desarrolló la idea de que los elementos que conforman un sistema se relacionan y dependen unos de otros. Algo así como que un pequeño cambio en un único elemento deriva en la transformación del sistema completo. Otras personas, también muy inteligentes, como Weber y Katz, aplicaron estos conocimientos, dirigidos en un primer momento a estudiar el mundo natural, sobre los sistemas sociales a fin de comprender su funcionamiento. Y ese es el "quid" de la cuestión. La estructura y la función de estos elementos han creado escuela, y nunca mejor dicho, dentro de la sociología generando debates tan prolíficos como intensos durante años. Tratando de aplicar, muy muy modestamente por mi parte, esta explicación a la situación actual, podría decirse que el hecho catalizador o desencadenante ha sido (o eso nos cuentan) una crisis bancaria, para trasladarse a todos y cada uno de los sistemas e instituciones en los que participamos de manera más o menos activa. Mercado laboral, administración pública, sistemas de protección social, e incluso judicial, se han visto avocados a una situación que por su profundidad, hace menear los pilares sobre los que se asientan nuestro sistema de convivencia. Desconfianza en la clase política y en las instituciones del estado, dudas sobre la conveniencia o no de determinadas medidas y el lento y progresivo despertar de la sociedad civil son algunas de sus consecuencias inmediatas. Preocupante, cuando menos. El llamado "feedback" no hace sino "alimentar" estas interacciones entre elementos, en lo bueno y en lo malo, en este caso agravando la situación, que cada vez se ve más oscura. Pero no me centraré aquí en estas cuestiones, sino en una que me ha llamado mucho la atención en esta última semana: la crisis también afecta al ingenio. El espíritu creativo del ser humano se encuentra bajo mínimos, quizá acompañando a la bolsa en una de sus caídas, o simplemente como conclusión de que, verdaderamente, no estamos en nuestro mejor momento. Las películas en cartelera no son más que "remakes" de viejas historias, adornadas con actores con "tabletita de chocolate" y actrices explosivas (lo siento chicos, pero todo parecido con la realidad es mera coincidencia), estravagancias de efectos especiales (que no hacen más que tratar de compensar la falta de un buen argumento con la hiperestimulación de los sentidos) y la nueva era 3D, que significa que hay que volver a hacerlo todo, pero poniéndolo en 3D. En el panorama musical, otro tanto de lo mismo. Resulta que son top 10 nuevas versiones de las canciones de los 50, que con una base de "chunda chunda" (jajajaja, Carmen como eres!) son renovados ante un público generalmente ignorante y ávido de consumo. ¿Y qué hay de los libros? Quitando los que siempre están de moda como los de autoayuda (o como prefieren llamarlos ahora: autoaprendizaje) o las ediciones de bolsillo de los clásicos de toda la vida, las estanterías están repletas de autobiografías de personajillos que nunca hicieron nada por ellos mismos y sobrevivieron siempre a costa de otros. ¿Acaso será cierto eso de que ya está todo inventado? Personalmente me resisto a creer que es así, pero la verdad es que no me lo ponen nada fácil..

4 comentarios:

  1. Clara y directa! Esperemos que el ingenio no se haya ido muy lejos...y vuelva pronto!

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  2. Gracias, Sara.. Crucemos los dedos!
    Un saludo

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  3. Las crisis son económicas, los efectos, sociales.

    ¿Cine, pelis? Bendito tiempo libre jajajaja

    Saludos

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  4. Deberías probar :D Despeja la mente y favorece la concentración, jajajaaj..

    Saluditos

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